Una chica estaba esperando su vuelo en la sala de espera de un gran aeropuerto. Como tenía que esperar bastante, se fue a comprar un libro y un paquete de galletas.
Al volver, se sentó en una de las salas a leer en paz. Dos asientos a su lado, se sentó un hombre con una revista y empezó a leer. Entre ellos dos se quedaron las galletas.
Cuando ella cogió la primera, el hombre cogió una. Ella se sintió indignada, pero no dijo nada, solo pensó: "qué descarado" ... Pero si no hubiera estado cansada le hubiera dado una bofetada que no olvidaría nunca más.
Cada vez que ella cogía una galleta, el hombre cogía una. Eso le indignaba tanto que no conseguía concentrarse ni reaccionar.
Cuando quedaba sólo una pensó ¿Qué hará ahora este tío con tanto morro?
Entonces el hombre cogió la galleta.... la partió y dejó la mitad para ella. Eso ya fue demasiado. Cerró el libro y sus cosas y se fue rabiando sin decir nada y embarcó en el avión.
Cuando ya estaba sentada en su asiento, se dio cuenta que dentro del bolso llevaba su paquete de galletas intacto y sin abrir.
Qué vergüenza sintió! Olvidó que las galletas las había guardado en el bolso. El hombre había compartido sus galletas con ella sin sentirse nervioso ni alterado y ya no tenía oportunidad de disculparse, pero sí que pensó: ¿Cuántas veces en nuestra vida sacamos conclusiones que tendríamos que observar mejor? ¿Cuántas cosas no son exactamente como pensamos de las personas?
Y recordó que existen cuatro cosas en la vida que no se recuperan:
1. Una piedra después de lanzarla
2. Una palabra después de haberla dicho
3. Una oportunidad después de perderla
4. El tiempo después de haberlo pasado
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2 comentarios:
Creo que la virginidad no se puede recuperar..¿o si?...
Que pufo!!! Y este es el blog que tanto ocultabas!!! Un poco más de carnaza!!! Todavia estoy a tiempo de ver acabar el tomate!!! NACHO
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